domingo, 14 de julio de 2013

El vestido rojo

El vestido rojo


Antes de empezar a escribir nada, quiero pedir disculpas por adelantado. Está siendo un verano complicado, lleno de salidas, curros y poco tiempo libre. Justo lo contrario al verano anterior, en el que prácticamente tenia disponibilidad las 24h del día, algo que actualmente, ni podría llegar a oler. Así que os aviso por adelantado: durante las dos siguientes semanas, las entradas que escriba, las publicaré por la noche (a pesar de que mi intención inicial era colgarlas a primera hora de la mañana) puesto que no llego a casa hasta prácticamente las nueve de la noche. Y yo soy el primero al que le jode todo esto, porque me parece tremendamente injusto el poco tiempo que le estoy dedicando a una edición de Big Brother como hace tiempo que no veíamos. Principalmente, porque me da la impresión de que a la que os quiera contar algo, ya me habré perdido los acontecimientos del día, y probablemente todo lo que cuente, sepa a antiguo, rancio y poco interesante. La siguiente semana, volveré a los escritos matinales, para volver a irme durante 10 días a partir de inicios de Agosto (en los que perderé el contacto total con internet, y por defecto, con el concurso). Eso sí, volveré sobre la segunda quincena, y creo que entonces, ya podré dedicarle todo el tiempo necesario hasta que el concurso acabe, allá por mediados de Septiembre. Pero todas esas semanas en las que no puedo estar al 100% con los feeds, espero que me las perdonéis y sepáis entenderme. Por ello, os pido disculpas. Dicho esto, volvamos a meternos en las fauces de esa casa (o plató con un par de pladurs, como decía aquella vasca tremendamente insoportable de GH 12+1) en la que todos están a la espera de saltar sin piedad a la yugular del adversario, para destriparlo sin ningún tipo de remordimiento. 

La semana empezaba con el control del bando minoritario (del cual ya se podría decir que de minoritario no tiene NADA) gracias al HoH conseguido por Helen. Una casa que pasaba de estar en manos del bando de los "malos" (y lo pongo entre comillas porque para mí no lo son más que el resto, pero al ser editados de manera negativa, será más fácil diferenciarlos del otro grupo) a estarlo del de los "buenos". Con una semana absolutamente controlada por ellos (no solo deciden los dos nominados, sino que el MVP, que por tercera semana consecutiva vuelve a ser Elissa, escoge también al tercero), el bando perverso solo debe sentarse a observar como uno de los suyos abandone la casa este jueves, sin poder hacer prácticamente nada para remediarlo. 

Y aquí es donde entra el conflicto del twist del MVP, un twist que hasta la fecha, ha demostrado tirar por suelo el trabajo del HoH (que siempre se caracterizaba por ser la persona con más poder de la casa), y ser el artífice que decide quien es la persona que sale por la puerta. Lo cual da un tremendo poder a la persona que lo consigue, que hasta la fecha no ha sido otra que Elissa, la cual lo ha ganado por ser hermana de Rachel Reilly, para que vamos a engañarnos. No me parece un mal twist, ojo, simplemente creo que no han sabido ejecutarlo de la manera correcta. Y es que, si por ejemplo, hubieran implantado la norma de que la persona que gana el MVP una semana, no puede ganarlo de nuevo durante la siguiente, muchas cosas hubieran cambiado. No me cae mal Elissa, pero darle tanto poder sin ser especialmente buena en el juego o habérselo ganado por méritos propios, es algo que me pone de muy mala hostia. Porque a poco que se lo propongan, ella y su bando ya tienen los números para plantarse en la F9 sin despeinarse, dejando al otro bando con el culo al aire y unas posibilidades de sobrevivir cada vez más estrechas. 

Y es que hace un par de días, Elissa desperdiciaba por completo ese poder que América le acababa de entregar, negándose a nominar a quien su alianza quería, solo por ganas de venganza (y de que Jeremy salga antes que ella por esa puerta). Y por si eso fuera poco, no solo desacata las órdenes de los suyos, sino que pretende mentirles acto seguido diciéndoles que esta semana no ha ganado el MVP, cuando prácticamente lo había insinuado minutos antes. Y es que Elissa no está sabiendo gestionar todo lo que los de fuera le ofrecen, y cree estar en una especie de concurso de popularidad, en el que prima seguir los pasos de la tarada inconsciente de su hermana, para que sigan premiándola semana sí y semana también. Lo curioso es que nadie se haya planteado siquiera quitársela de en medio para saber quien sería la nueva persona en ganar el MVP y poder descifrar por donde se mueven los gustos de los de fuera.

Total, que Helen decidió nominar a Aaryn y Kaitlin (dos de las Mean Girls, obvio) y Elissa subió a Spencer (en vez de hacerlo con Howard, que era el objetivo de su alianza), porque poca gente se fía ya de él. El objetivo de las minorities, es backdoorear a Jeremy. Ayer, Kaitlin ganaba el POV, con el que estoy 200% seguro que se salvara el culo (aún no se ha producido la ceremonia del POV, pero todo apunta a que Kaitlin se salvará, y Elissa subirá a Jeremy). Y es que esa Kaitlin a la que todo el mundo parece menospreciar, ya sea por lo poco que ha aparecido en las galas o por su unión (más por conveniencia que por otra cosa) con Jeremy, sigue siendo para mí, la tipa más astuta y precavida de toda la casa. Una chica que ha empezado a despertar cuando se ha visto en peligro, y la cual está dispuesta a dejar atrás a los suyos para empezar de nuevo en otro grupo al que pueda volver a dejar tirado si se presenta la ocasión. Ayer mismo ya estaba intentando desvincularse de las Mean y Jeremy, creando una alianza con dos de las minorities: Andy y Helen. 


Y es que Kaitlin no piensa titubear a la hora de traicionar a los suyos, y mientras sus dos "amigas" intentaban desprenderse de ella la semana pasada, ahora es esta quien ha movido ficha primero, y de manera más rápida y eficaz. En la entrada anterior dije que Kaitlin será la última en pie de su clan, y sigo pensando de esa manera, incluso ahora, creo que tiene muchas probabilidades de ganar. Justo lo contrario a mi chica de Jersey, la que abre la foto de la entrada: GinaMarie. Y es que por mucho que me joda, GM es cabezota y no piensa antes de actuar, abriendo frentes contra prácticamente todo el mundo. Y lo curioso es que sigue sin ser el target principal del bando contrario, precisamente porque la creen una rival fácil a batir, y una nulidad en las competiciones. Y tienen toda la razón, GM no supone ningún peligro para el juego de nadie, convirtiéndose en el mono de feria de casi todo el mundo, a la cual utilizan para engañar una y otra vez. 

Llamadme nenaza, pero no soporto ver como se trata a GM, que a cada día que pasa, incrementa su locura, hasta el punto de no poder reprimir el llanto (y ser replicada por ello) cuando su chico es eliminado y ella ha sido lanzada a los perros, sin vaselina. No solo eso, sino que se le hace creer que ella ha tenido la culpa de todo, e incluso, se la vacila (Candice, en pleno apogeo, se puso a celebrar en su cara la expulsión de Nick, cuando lo que debería hacer, es guardar silencio, dejarse de chulerías y centrarse en juego que puede ponerse en su contra en cuanto menos lo espere) cuando lo único que ha hecho, errónamente (pero porque ella es así de natural, y no le sale jugar a esto), es dejar que todo cristo vea como es, con el corazón a pecho descubierto y los sentimientos a flor de piel. El problema es que en esa casa, todos se creen Will Kirby, y de vez en cuando, encontrarte con alguien que sabe a realidad, sin intentos de parecerse a nadie, es algo complicado. Así que, a riesgo de que mi GM se convierta en una Ellen Burstyn, que intenta encajar en su vestido rojo a pesar de que ello la lleve a la locura, me dejaré el corazón con ella en el campo, aunque quizás pierda la batalla mucho antes de lo que espero. 

Y es que, mientras el bando minoritario (¿o debería empezar a llamarlo mayoritario a estas alturas?) se cree con el poder, la chica de Jersey seguirá empeñada en encajar el puto vestido rojo. Y en el momento en que consiga ponérselo, quizás sea para sentarse frente a un televisor para contestar a las preguntas que sus compañeros le realicen desde una casa a las afueras, mientras que veinte minutos más tarde, cruza la puerta llena de conffeti, coronándose como la ganadora más impredecible de la historia. Si, vale, soñar es gratis, pero con lo frenética que está la casa en estos momentos, ¿quien puede descartar un escenario como ese?

"Ahora vuelvo a ser alguien, Harry. Todo el mundo me quiere, y pronto, un millón de personas me verán y también me querrán. Les hablare de ti y de tu padre, de lo bueno que era con nosotros. ¿Recuerdas? Es un motivo para levantarme por la mañana, para perder peso, para ponerme el vestido rojo y es un motivo para sonreír. Convierte el mañana en algo positivo."

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