Ghetto trash, queers and asian sluts.

Ghetto trash, queers and asian sluts

Hace exactamente 7 años atrás (2006, para rubias naturales y seguidores de Igor Basurko), un tal Dani Rubio, apodado como "el Sucio", escondía el tanga de una de sus compañeras de edición (Marusky, una petarda canaria y más loca que un cencerro) para desatar la locura en una casa llena de gente mentalmente inestable y con propensión a la lágrima fácil, en un Gran Hermano que hasta el momento, era el más polémico que se había emitido en este país. Y efectivamente, lo conseguía. Pero no lo hacía solo a base de esconder tangas, sino debido a una serie de comentarios (junto a su pandilla: formada por una choni de extrarradio, un vendemotos (más hijo de puta que las gallinas) que iba perdiendo pelo a cada día que pasaba en la casa, y un paleto de pueblo, gordo, bajito, traidor, y que, a día de hoy, sigue siendo la mayor leyenda que ha pisado la casa de Guadalix) que fueron considerados en su momento como machistas, homófobos, clasistas, racistas y toda palabra acabada en -ista. Un formato que se veía con el culo al aire y una audiencia que huía despavorida como nunca antes lo había hecho, debido a un grupo de gente tan volátil y dañina. A raíz de esa edición, el formato decidió fomentar (a partir de GH9) el buen rollo, las risas y las expulsiones disciplinarias por absolutas nimiedades. 

Y nunca más se supo de una edición en la que los concursantes fueran tan dañinos y colisionaran tanto los unos con los otros. Hasta que llegó Big Brother 15. Y ojo, la gente que siga este reality desde sus inicios probablemente piense algo como "¿Y este que dice ahora? No tiene ni idea, tanto la sexta, la octava como la novena edición estuvieron plagadas de peleas y de gente con ciertas taras mentales". Y estarían en lo cierto. La diferencia es que en esta ocasión, yo no veo locura por ningún lado. Veo a gente de calle, natural, cercana, de verdad, y sin embargo, veo mucha más mala hostia escondida que en ninguna de las otras temporadas que he citado. 

Aún estáis a tiempo de engancharos, no hace ni una semana que ha empezado el reality, y tan solo llevan dos episodios emitidos, pero la que se ha liado en tan solo 7 días, me hace augurar que estamos ante una edición suculenta, llena de emoción, competitividad y mala baba. Y a falta de algo que nos llene, esto es lo que más se acerca a nuestro "placer culpable". Quien me conoce, sabe que no soy demasiado afín a este concurso, básicamente porque detesto lo guionizado que está (Hola, Corina) y la vergüenza que me dan las pruebas que les preparan semana a semana. Pero esta edición tiene otro color, huele diferente y sobretodo sabe a puta gloria desde el minuto en el que el primer grupo de cuatro, abre la puerta de la casa a gritos. 

Pero volviendo al tema de la polémica, y sin desvelar demasiado en esta entrada (no prometo hacerlo en un futuro, puesto que tengo en mente comentar el reality al mismo tiempo que se emite, pese a que la mayoría del tiempo no estaré en casa), toda América (incluidos los periódicos de más tirón de por allí, como el Huffington Post) se han hecho eco de los comentarios racistas y homófobos realizados por tres concursantes de la casa (GinaMarie, Kaitlin y Aaryn), mientras charlaban (y rajaban como perras) en el jardín de la casa. Sueltan lindezas como "Helen (una concursante asiática) me tiene harta con sus llantos. ¡Cállate de una vez y prepáranos algo de arroz!" o "Andy (un concursante homosexual) será MVP todas las semanas, América adora a las locazas". Podría tirarme así toda la noche, pero en realidad, lo mejor es que mováis vuestro puto culo y veáis el vídeo vosotros mismos. 

Estas tres chicas, no son las únicas que han soltado comentarios de este tipo. Sin ir más lejos, Spencer, un camionero barbudo, llama a algunas de las mujeres de la casa con el apodo "slut" (zorra) en vez de utilizar su nombre. O Jeremy, un chulo putas del nivel del Narigón de los cojones, asegura haber estado con mil mujeres y cuenta anéctodas como las siguientes "Las negras están taradas cuando te maman la polla. Puedes aporrearlas con tu pene en la cara, escupirlas o empotrarlas con mala leche, que jamás te dirán nada. Cuando follan, se vuelven locas" o "Las pelirrojas están enfermas. Follan de pena, y encima, cuando las dejas, te persiguen como locas hasta que les sueltas: tía, ya no me interesa más tu coño, lárgate". Claro, la que se ha liado a raíz de todos estos comentarios, parece estar creando una bola más y más grande con el tiempo. Incluso hay gente, los putos tarados de siempre, que ya están pidiendo la expulsión disciplinaria de todos los anteriormente nombrados. 

¿Y cual es mi opinión respecto a todo esto? Mi opinión es que me la pela a dos manos si los concursantes son racistas, homófobos o machistas, y si deciden o no soltar esos comentarios. Principalmente porque están en una casa encerrados durante 24 horas al día, y sueltan lo que soltarían si estuvieran en casa tocándose el higo (que por eso dicen que GH es "como la vida misma", con espíritu y todo), importándoles poco menos que una mierda lo que se esté viendo (o percibiendo) de ellos en el exterior. Y porque expulsarles disciplinariamente, me parecería la gilipollez más grande y una demostración de lo subnormal que puede ser la gente de fuera cuando quiera. Gente que suelte comentarios similares, o incluso peores (o los utiliza bajo el pretexto de "No, es que estoy haciendo humor negro") pero que en cuanto los ve, necesita denunciarlos, porque no están bien de cara a la galería y son poco menos que angelitos de la caridad. Y sino, que se lo digan a Argimira (a la cual defendí en su momento "ETA", pero a la que ahora daría de hostias sin parar, como si no hubiese un mañana). Anda y que les den por culo a todos, uno detrás del otro.

Así que si eres asiático/a y te gusta cocinar arroz, o la puta reinona de los carnavales que siempre se sube a las carrozas, o bien una negra que mama pollas como si estuviera en un manicomio, o quizás una pelirroja enfermiza que necesita perseguir a su ex hasta que este le diga que ya no se la quiere follar más, coge todos esos prejuicios, mándalos A TOMAR POR SACO y sienta tu puto culo para disfrutar del espectáculo. Porque luego, cuando la casa se quede vacía, o por el contrario, llena de Rakis y Nachos, te arrepentirás de haberte quejado, y te preguntarás a ti mismo "¿Que hubiera sido de aquella edición con aquel grupo de hijos de puta racistas, homófobos y machistas?". Solo tenéis una oportunidad en la vida para disfrutar de este show, ¿pensáis desperdiciarla de esta manera? 

Show must go on. Enjoy, y déjate de gilipolleces.