sábado, 27 de julio de 2013

Mi princesa caída.

Mi princesa caída


No han pasado ni siquiera 48h aún desde que esa especie de diosa metida en el cuerpo de una humana (sinceramente creo que es la mujer más atractiva que ha participado en las quince ediciones realizadas hasta la fecha, y su foto en la pared de concursantes, no hace más que confirmarlo), abandonaba la casa de Big Brother. Y en estas últimas y frenéticas horas, ella ha tenido que iniciar una especie de redención, pidiendo perdón a través de Twitter, entrevistas y demás, para evitar que el pueblo americano (al que le encanta quejarse por todo, pero que a la hora de la verdad, sigue demostrando ser uno de los países con más retraso mental del mundo) poco más que la quemara viva. 


El problema está, en que la pobre chica, ahora mismo se siente poco más que una mierda al sol, viendo como un país entero no solo la tacha de racista, sino que le da la espalda a través de insultos y descalificaciones. Pero lo más grave del asunto, es que Kaitlin tenga que pedir perdón por algo de lo que realmente no tienen culpa alguna. Y volvemos a la misma cantinela de cada puto año: cuando estás encerrado en una casa durante las 24 horas del día, siendo grabado/a por 30 y pico cámaras (y micros), te comportas tal y como eres en tu día a día, Y TE LA SUDA LO QUE SE OPINE DE TI FUERA. Porque todos tenemos un lado gamberro que sale de vez en cuando, y nadie nos cuestiona NADA (y mucho menos un país entero) cuando hacemos un chiste desproporcionado o soltamos alguna frase fuera de lugar. Así que al levantarme y empezar a leer la sarta de sandeces que una piara de gentuzos americanos le está recriminando a una chica joven, libre y que hace lo que le sale de los ovarios (porque está en la edad ideal para hacerlo), me he visto en la obligación de saltar a defenderla. 

Le he dicho que no tiene que disculparse por nada de lo que haya dicho o hecho, que pase de los tarados mentales que la acosan y que siempre seguirá siendo la mejor. Y digo esto, porque observando el panorama actual de la casa, genuinamente creo que Kaitlin era la mujer con más corazón de todos los que estaban dentro. Ella misma ha retwitteado mi comentario, y no solo me ha matado de amor (<3) sino que ha hecho que se encienda aún más la llama. Solo por eso me arrepiento de haberlo escrito, no quiero que sufra más de lo necesario, y menos por un tipejo como yo, que al fin y al cabo no soy nadie.


Claro, viendo comentarios como los de arriba, no hago más que cuestionarme porque Twitter no implanta de una puta vez un filtro para retrasados. Algo así como un detector de escritura que basándose en las faltas de ortografía o en la manera de redactar, banee a los subnormales de turno de poder postear algo. El mundo sería un lugar mucho más placentero, creédme. Podría haberles ido contestando uno por uno, pero ya me he cebado con la primera, y he creído innecesario seguir alargando una discusión por la cual ninguno de los dos lados cederá. Así que, a tomar por culo lo que opinen ciertos mongolitos internetiles, Kaitlin está de mi lado, y eso es lo único que me importa en todo este asunto.

Pero a lo que íbamos, mi querida princesa caída: no debes preocuparte por nada. Dicen por ahí (o más bien dicho, afirman) que dentro del grupo de las Mean Girls (aquella película casposa y teenager, interpretada por Lindsey Lohan en uno de sus momentos de lucidez antes de empezar a meterse de todo) ella sería Gretchen Weiners, algo con lo que estoy completamente de acuerdo. Y es que para aquellos que no lo recordéis, las Mean Girls estaban formadas por tres componentes: Regina George (Rachel McAdams de rubia, líder del grupo, sería la Aaryn de aquí), Karen Smith (Amanda Seyfried haciendo de retrasada en sus inicios, sería el clon perfecto de GinaMarie) y Gretchen Weiners (la morena del clan, y la única que detrás de su máscara de maldad, tenía un corazón de oro). Creo que las comparativas son perfectas y se asemejan a la realidad. Y es que Kaitlin JAMÁS fue una Mean Girl, o al menos, intentó todo lo posible por no serlo. Claro que cuando te encoñas del quarterback de la escuela (un armario de dos puertas llamado Jeremy) todo el potencial que podías tener, se esfuma en cuestión de segundos, pasando de ser una tipa inteligente a un simple títere sin cerebro, algo que no se corresponde en absoluto a la chica de la que hablaba antes. 

Kaitlin ha escogido mal a sus aliados, en eso estamos de acuerdo. Incluso muchos opinan que su marcha no afectará en nada a la casa, puesto que era la más cuerda (o tranquila, digámoslo así) de las tres villanas, y por lo tanto no daba todo el juego que se esperaba (o se podía esperar de ella), pero yo opino todo lo contrario. No está de más tener a alguien que siente los pies en el suelo a una alianza tan disruptive y loca como la de esas tres chicas, y que coño, los jugadores más normales y reales (los de casa, los de siempre), al fin y al cabo, son siempre los mejores (o al menos, mis favoritos). No necesito que alguien pegue cuatro berridos o se pelee con alguien para que me pueda gustar. Sin ir más lejos, diría que tras GM, Kaitlin era mi favorita de las chicas, y Judd de los hombres (siendo este el más paradito y calmado de todos ellos). Así que el tópico de "Quien más juego da = Mejor concursante" se puede ir a tomar por culo. Claro que son necesarios los concursantes con chispa y carácter, pero tiene que haber de todo, y Kaitlin aportaba ese punto de racionalidad a una casa llena de egos como es la de este año. 

Aunque no todo son malas noticias: Aaryn ganaba el HoH veinte minutos más tarde de perder a su máxima aliada. Y es que durante los 10 primeros minutos del episodio de ayer, el tema que más se trató fue el de expulsar a Kaitlin porque esta podría ganar el HoH y Aaryn no lo ganaría de ninguna de las maneras. Well... ZING! Me encanta que todos se traguen sus palabras y tengan que esconder el rabo entre las piernas. La reina del mal vuelve a tener el poder, y más os vale empezar a lamerle el culo, que por ahora, es la persona con más HoH ganados, le pese a quien le pese. 

Todo apuntaba a que Elissa (que además no puede jugar el POV esta semana) sería nominada sin dilación, pero McManda ha parecido convencerla para que nomine a los dos miembros restantes de la Moving Company: Howard y Spencer. Y así ha sido. Apostaría a que el tercer nominado estará entre GM y Amanda, decantándome por la segunda, que últimamente está jugando demasiado fuerte (y suele ser bastante más faltona que las propias Mean Girls, otra de las cosas que la CBS parece querer obviar). Yo quiero que se vaya Howard, no me gusta cuando Allison Grodner protege a un concursante de la manera que sea y con las tácticas que sean necesarias (tongos incluidos). Y en esta ocasión, ese concursante es Howard. Nada le iría mejora a la CBS que en una temporada con un ambiente tan racista, gane una persona negra y cristiana. Les redimiría como cadena pura y blanca que suelen ser. Y ese es precisamente el motivo por el que le quiero fuera (nada en contra de él, es un buen tipo). Veremos como van las cosas, pero desde luego hay una cosa clara: con tanto cambio de poder (esta edición me recuerda TANTO a BB6, donde cada semana el HoH cambiaba de una alianza a la otra) la casa sigue al rojo vivo, y este año, no ha dejado de estarlo desde el momento en que el primer concursante abrió la puerta. 

Y es que con la salida de Howard (si es que se va) ya serían cuatro los hombres que están fuera, mientras que siete mujeres se mantienen aún en la casa. Spencer sería un cadáver flotante, y se iría más pronto que tarde. Y una vez estos dos estén fuera, debe aplicarse la siguiente teoría:


Dejando así a Judd como el último hombre en pie (y realmente el único que ha valido la pena este año junto a Jeremy y McCrae durante la primera semana). Y es que esta es una edición FEMENINA, y creo que nadie puede negármelo. Las chicas se han robado el show desde el minuto cero, haciendo que los hombres no sean más que meras comparsas de las cuales podemos prescindir. Y eso no hace más que reafirmarme, que en una temporada en la que las vaginas están por encima, mi princesa caída no se merecía ser la primera en pagar la desgracia de ser la única mujer en estar fuera de esa casa (y mucho menos de quedarse fuera del jury). 

Pero eso ahora mismo a ella le importa una puta mierda, porque mientras yo escribo esta bazofia, ella ya va por el cuarto mojito en un bareto de Las Vegas, disfrutando del verano como se debe: bebiendo y follando a todas horas. Y es que a mi princesa caída no le faltará ninguna de las dos cosas. Es lo que tiene no ser una más del montón. Es lo que tiene ser una Diosa.

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