viernes, 19 de julio de 2013

Man of Constant Sarrow

Man of Constant Sarrow


Ayer llegué a la conclusión de que, tras tres semanas de concurso, hemos estado fijándonos en todo (racismo, peleas, meltdowns) menos en lo que realmente interesa de todo este concurso: saber jugarlo bien. Y es que me apostaría un huevo (y parte del otro) a que, para el 90% de la gente que sigue Big Brother 15, Judd (ese paleto de Tennesse, que parece sacado de los Soggy Bottom Boys, aquel magnífico trío de "O Brother" que cantaba country) sigue siendo el gran desconocido a día de hoy. Y eso es una magnífica señal, prueba irrefutable de que probablemente sea quien mejor posicionado se encuentre en estos instantes. Ya no a nivel de juego, sino también de votos. 

Y es que con el paso de las ediciones, ha quedado demostrado que estar en el bando de los perdedores desde el inicio, no deja de ser el principio del camino hacia el éxito. Y sino, que se lo digan a Will Kirby o Dan Gheesling, considerados los dos mejores jugadores de la historia de Big Brother, los cuales se quedaron sin aliados en las tres primeras semanas de concurso, y aún así, acabaron ganando el juego. Y es que Judd puede que empezara en tierra de nadie, sin posicionarse con unos o con otros, convirtiéndole en uno de los early targets del juego,  pero en tres semanas, ha sabido sacarse las castañas del fuego sin hacer demasiado ruido, se ha colocado en la alianza mayoritaria ( y de la cual ya ha firmado un acuerdo de Final 4 junto McCranda y Andy) y ayer mismo ganaba un HoH decisivo, que finalmente acabará de dar la mayoría al grupo de las minorías (suena irónico).

¿Y lo mejor de todo? Que nadie le considera una amenaza. Y ese es el mayor piropo que podrían darte jamás en este dichoso juego de ratones. Y es que si hay algo que realmente me gusta de Judd (probablemente, el único hombre de los cinco que quedan en pie, que me genera simpatía) es que hasta ahora, ha jugado solo, completamente solo. Y seguirá haciéndolo hasta que su destino quede sellado (tanto si gana como si pierde). Es el llanero solitario, el cowboy justiciero, el redneck más adorable del ganado. Y poco a poco, saca a relucir su revólver para ponerle fin a cada una de las personas que abandona la casa semana a semana, en el típico duelo a tres bandas en el que solo sobrevive el más rápido. Y cuando todo esto acabe, y tenga su cheque en las manos, entrará en la taberna más sucia de todo Kentucky, y se meterá la cerveza más grasienta del puto local. A la salud de todos. 

Y es que mientras gente como Judd sabe medir el poder en pequeñas dosis, otros (o más bien otras) hace tiempo que perdieron de vista su medidor. Efectivamente, estoy hablando de Helen y Elissa, las dos underdogs (aunque a partir de este instante, dejaré de utilizar esa palabra para referirme a ellas, ya que hace tiempo que perdieron ese status) que a cada día que pasa, se van creciendo más, hasta el punto de celebrar cualquier tipo de competición o twist que las beneficie, llegando a creer que ya han ganado el juego, cuando esto no ha hecho más que empezar y aún les quedan 9 semanas por delante. Y es que con lo del MVP todo les ha salido rodado, y no han tenido que hacer absolutamente NADA durante estos últimos días. Ojo, se lo merecían tras sacarse de la manga lo de Nick, pero pocas veces he visto una evolución tan negativa de una semana a otra. Y es que si la semana pasada las amaba, ahora cada vez que las veo pegando saltitos o bailando en petits comités cada vez que algo les sale bien, me entran ganas de echar la pota. Que vigilen, que todo puede girarse en su contra en cuanto menos lo esperen. 

Que les pregunten a las Mean Girls, que empezaron creyéndose Dios, y ahora no son más que media mierda esperando el día de su ejecución. Y es que ayer perdían a su guardaespaldas, ese Jeremy que en tres semanas nos ha dado todo aquello que se espera de un concursante: que nos entretenga. Por ello, ya le estoy agradecido, pese a que no compartiera muchas de las cosas que hizo o que dijo. Y ahora, las tres malotas de la función, están a la espera de saber quien de ellas morderá el polvo el jueves que viene, sin poder hacer nada por salvarse el culo. El juego ha cambiado de arriba a abajo, pero ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos.

Y al fondo del escenario nos quedan esos fantasmas medio muertos de la Moving Company, que ya no saben hacia donde mover el culo. En este caso hablo de Howard y Spencer, dos tipos que cada vez me llaman menos la atención y a los cuales no me importaría perder de vista en breves. Es más, me gustaría que se fueran esta semana y la siguiente, creando así el récord de ser la primera edición en que los 5 primeros expulsados han sido hombres. Y es que el primero es la elección de la CBS para llevarse el maletín, y me encantaría que los planes de Allison Grodner y de la cadena se fueran al carajo. Y es que el intento de lavar su imagen con un ganador negro y cristiano, después de toda la que se ha liado con el tema del racismo, conseguiría que América se reconciliara con esa cadena tan blanca y pura... joder, que puto asco dan. Respecto al segundo, ha jugado demasiado fuerte, y ahora no se fía de él ni cristo. No tardará en desfilar. 

Voy a ir cerrando ya esto (que cada día me parece más corto, pero me falta tiempo, y lo digo de verdad, voy a tope de curro) con esa escena de mi GinaMarie (ya os parecía raro que no hablara de ella, ¿eh?) que volvió a abrirme el corazón en mil pedazos, como ya viene siendo habitual cada vez que aparece. Y es que, en un intento de broma, le escondieron la gorra de su "Nick", y casi le entra un ataque de pánico (con lloro incluido) que podría haber terminado en catástrofe mundial. Suerte que supieron pararlo a tiempo, y le entregaron la gorra antes de que se pusiera a gritar a modo de rapera, insultando a todo aquel a quien se le antojara. Y es que si en su día se lapidó a Hans (aquella enana transexual) por mojar a la muñeca de Rebequita Rebecota (joder, que cerdo me pone la muy guarra), espero que se haga lo mismo con Amanda y compañía... que coño, es América, jamás se enfadarían por una parida como esa xD.

Y mientras todo pasa, el hombre del dolor constante, sigue observando sigilosamente, a ver cual puede ser el objetivo de su siguiente bala de oro.

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